Sobre la belleza, de Zadie Smith (2005)
La novela es On Beauty y la autora Zadie Smith. 35 años. Londinense. Parece ser que publicó su primer libro -White Teeth- a los 21 o 22 años y fue aclamada como una especie de revelación de las letras británicas. También tiene otra novela, The Autograph Man, del año 2002. On beauty es lo último, del 2005.
En torno a la lectura, una de las cosas más interesantes que ocurren es cómo llegamos a ellas. Quiero decir, cómo llegamos a cada libro, como trazamos una suerte de historia personal de esa lectura, que incluye también cómo y dónde abrimos las páginas de ese libro y a dónde volvemos cuando las cerramos. Y estos caminos nunca son precisamente lineales y, mucho menos, prolijos o cronológicos. A On Beauty llegué por una simple crítica literaria leída algún domingo en algún diario. Ya el hecho de encontrar una escritora de mi misma edad me atrae y me provoca curiosidad (en un punto nunca me reconozco como adulto hasta que veo que otros, con las mismas casi cuatro décadas ostentan acciones que los califican como tales), pero el hecho de que ella pertenezca a esa fabulosa idiosincracia que es la lengua inglesa, termina de cerrar el negocio, por usar una expresión horriblemente traducida. De todos modos, nada de esto fue lo que me decidió a salir de caza (y encontrar finalmente un ejemplar en el idioma original) sino la mención, casi al pasar, de que Zadie es una ¿fanática? ¿amante? ¿incondicional? de Edward Morgan Forster. Con Forster establecí una pasión única hace ya algunos años, cuando vi por segunda vez la película A room with a view, de James Ivory, basada en la novela homónima de Forster. En castellano el título es Una habitación con vistas. Transcurre en Florencia, es una historia de amor, actúan Helena Bonham Carter y el galán, Julian Sands, un rubio al que se lo ha visto en el rol de cafishio en Leaving Las Vegas (Nicholas Cage y el alcoholismo). La película de Ivory me llevó a leer el libro de Forster. Y luego libro y película -enteros y en fragmentos- fueron consumidos y reconsumidos hasta el cansancio. Y aún lo son, a veces, casi como un bálsamo. Zadie Smith, adoradora de Forster, escribe On Beauty, que es una especie de relectura de otra historia favorita, Howard´s End o La mansión Howard. Para muchos, una historia soporífera, -que también James Ivory llevó al cine-, para mí, un bocado delicioso. Lo cierto es que On Beauty, en medio de esta constelación personal de lecturas, resultó ser también, otra delicia. Las lecturas, cuando apasionan, también entristecen porque sabemos que terminan en la última página y en ella se acaba ese mundo que se nos permitió transitar por un tiempo. Y así pasó con On Beauty y así con Howard´s End y con todo Forster. Ya tal vez ocurra con Zadie, cuando eche mano de sus otras novelas. Maldije la última página por arrancarme del universo de las dos familias protagonistas, los Belsey y los Kipps, y seguí adelante, buscando otras historias en las que refugiarme.
Zadie Smith escribe encabalgada en su propia experiencia. Ojo, esto no quiere decir necesariamente que escriba sobre su propia vida, su vida personal y anecdótica. Es más, este dato empírico, este afán de vincular vida y obra solamente por lo fáctico (Pero esto ¿le habrá pasado a ella?) es un poco irritante. Además las dimensiones de "pasar", de que las cosas te "pasen" son múltiples. En la escritura de Smith se trasluce una suerte de conocimiento de causa que aporta no una "veracidad" sino una fluidez, como un aceitamiento en la narración, que hace de la lectura algo exageradamente disfrutable. Es tan rápido el ritmo de los diálogos, tan vívidas las escenas que casi parece que nos abrieran la puerta de las casas donde viven estas familias y nos sentaran pura y sencillamente a mirar. Y lo que se mira es la vida cotidiana y ahí nomás, a la vuelta de cada día vivido por los Kipps y los Belsey, miles de detalles que arrojan una lecturita, nada más y nada menos, sobre el multiculturalismo en Estados Unidos y Gran Breraña. Casi casi parece un best seller: las páginas pasan como un bólido. Y tal vez sea un best seller. Y a la vez, literatura. ¿Se puede? ¿Se podrá? Y, capaz que sí, en la tierra de los Barnes y de los Mc Ewan yo creo que esa combinación es posible.
Zadie Smith, On Beauty, London, Penguin, 2005.
Para seguir leyendo: On Beauty and being just, de Elaine Scarry.
Un bocadillo textual: "Claire* suele hablar en su poesía del concepto de fittingness: esto ocurre cuando aquel objetivo que has elegido perseguir y tu habilidad para alcanzarlo -no importa cuan insignficantes ambos puedan ser- encajan de forma exacta, cuadran perfectamente. Cuando esto sucede, Claire sostiene, llegamos a ser verdaderamente humanos, fieles a nosotros mismos, hermosos."
*Claire Malcolm, personaje de On Beauty, es poeta y profesora de "creative writing", algo así como un taller literario pero en el marco institucional y curricular de la universidad.
En torno a la lectura, una de las cosas más interesantes que ocurren es cómo llegamos a ellas. Quiero decir, cómo llegamos a cada libro, como trazamos una suerte de historia personal de esa lectura, que incluye también cómo y dónde abrimos las páginas de ese libro y a dónde volvemos cuando las cerramos. Y estos caminos nunca son precisamente lineales y, mucho menos, prolijos o cronológicos. A On Beauty llegué por una simple crítica literaria leída algún domingo en algún diario. Ya el hecho de encontrar una escritora de mi misma edad me atrae y me provoca curiosidad (en un punto nunca me reconozco como adulto hasta que veo que otros, con las mismas casi cuatro décadas ostentan acciones que los califican como tales), pero el hecho de que ella pertenezca a esa fabulosa idiosincracia que es la lengua inglesa, termina de cerrar el negocio, por usar una expresión horriblemente traducida. De todos modos, nada de esto fue lo que me decidió a salir de caza (y encontrar finalmente un ejemplar en el idioma original) sino la mención, casi al pasar, de que Zadie es una ¿fanática? ¿amante? ¿incondicional? de Edward Morgan Forster. Con Forster establecí una pasión única hace ya algunos años, cuando vi por segunda vez la película A room with a view, de James Ivory, basada en la novela homónima de Forster. En castellano el título es Una habitación con vistas. Transcurre en Florencia, es una historia de amor, actúan Helena Bonham Carter y el galán, Julian Sands, un rubio al que se lo ha visto en el rol de cafishio en Leaving Las Vegas (Nicholas Cage y el alcoholismo). La película de Ivory me llevó a leer el libro de Forster. Y luego libro y película -enteros y en fragmentos- fueron consumidos y reconsumidos hasta el cansancio. Y aún lo son, a veces, casi como un bálsamo. Zadie Smith, adoradora de Forster, escribe On Beauty, que es una especie de relectura de otra historia favorita, Howard´s End o La mansión Howard. Para muchos, una historia soporífera, -que también James Ivory llevó al cine-, para mí, un bocado delicioso. Lo cierto es que On Beauty, en medio de esta constelación personal de lecturas, resultó ser también, otra delicia. Las lecturas, cuando apasionan, también entristecen porque sabemos que terminan en la última página y en ella se acaba ese mundo que se nos permitió transitar por un tiempo. Y así pasó con On Beauty y así con Howard´s End y con todo Forster. Ya tal vez ocurra con Zadie, cuando eche mano de sus otras novelas. Maldije la última página por arrancarme del universo de las dos familias protagonistas, los Belsey y los Kipps, y seguí adelante, buscando otras historias en las que refugiarme.
Zadie Smith escribe encabalgada en su propia experiencia. Ojo, esto no quiere decir necesariamente que escriba sobre su propia vida, su vida personal y anecdótica. Es más, este dato empírico, este afán de vincular vida y obra solamente por lo fáctico (Pero esto ¿le habrá pasado a ella?) es un poco irritante. Además las dimensiones de "pasar", de que las cosas te "pasen" son múltiples. En la escritura de Smith se trasluce una suerte de conocimiento de causa que aporta no una "veracidad" sino una fluidez, como un aceitamiento en la narración, que hace de la lectura algo exageradamente disfrutable. Es tan rápido el ritmo de los diálogos, tan vívidas las escenas que casi parece que nos abrieran la puerta de las casas donde viven estas familias y nos sentaran pura y sencillamente a mirar. Y lo que se mira es la vida cotidiana y ahí nomás, a la vuelta de cada día vivido por los Kipps y los Belsey, miles de detalles que arrojan una lecturita, nada más y nada menos, sobre el multiculturalismo en Estados Unidos y Gran Breraña. Casi casi parece un best seller: las páginas pasan como un bólido. Y tal vez sea un best seller. Y a la vez, literatura. ¿Se puede? ¿Se podrá? Y, capaz que sí, en la tierra de los Barnes y de los Mc Ewan yo creo que esa combinación es posible.
Zadie Smith, On Beauty, London, Penguin, 2005.
Para seguir leyendo: On Beauty and being just, de Elaine Scarry.
Un bocadillo textual: "Claire* suele hablar en su poesía del concepto de fittingness: esto ocurre cuando aquel objetivo que has elegido perseguir y tu habilidad para alcanzarlo -no importa cuan insignficantes ambos puedan ser- encajan de forma exacta, cuadran perfectamente. Cuando esto sucede, Claire sostiene, llegamos a ser verdaderamente humanos, fieles a nosotros mismos, hermosos."
*Claire Malcolm, personaje de On Beauty, es poeta y profesora de "creative writing", algo así como un taller literario pero en el marco institucional y curricular de la universidad.
Comentarios
Publicar un comentario